10/2/12

"... por Internet"

Hoy sí era el día. Hoy sí comenzaba de verdad la "Operación CV". Hoy sí hemos entrado en todas las tiendas. Y lo que más hemos oído es que "la solicitud se hace por Internet". Para una vez que nos decidimos a hacerlo bien... Pero no hemos desistido. ¡Seguimos con las ganas del primer día! Además, las entrevistas diarias nos han proporcionado nuevas aventuras que contar.

(Mi comida de hoy 'marcada' junto a mi diario y la patata que tengo como móvil)


Hoy 'marco' con un trébol irlandés mi móvil/patata inglés que lleva tres días encendido y aún tiene la mitad de batería; mis sandwiches de jamón serrano; una coca cola; y mi diario, regalado por Raquel G.

Comenzaba la mañana actualizándome en el visionado de  dos de las series que sigo: Bones y Revenge. Estoy bastante paralizado en ese aspecto, pero no tengo tiempo para ponerme a ver muchos capítulos seguidos, ¡estoy a lo que estoy! Me he preparado a salir con miedo a que estuviera todo nevado, pero no había apenas resquicios de la nevada del día anterior. ¡Bien!

(Al fondo, los Almacenes Liberty)

He llegado puntual (como siempre) a mi cita en Bond St. Ellas se han hecho de rogar unos minutos, no tantos como a los que me tienen acostumbrado, pero todavía no se han dejado empapar por la puntualidad inglesa. ¡Tiempo al tiempo! Comenzábamos la mañana entrando en todas las tiendas y restaurantes que encontrábamos en Oxford St.: Disney, New Look, The Body Shop, Pull&Bear, Garfunkel... pero en todos recibíamos las mimas respuestas: "la solicitud se hace por Internet" o "no hay vacantes ahora mismo". Al cabo de un rato se nos debería haber hinchando una vena (la cava por lo menos), pero te lo dicen con una amabilidad y un saber estar que es imposible enfadarte. En España eso no pasa. Mención aparte requiere la juguetería Hamleys: un imperio paradisiaco del juguete en el que el espíritu de la inocencia infantil se respira en cada esquina. ¿Quién no iba a querer trabajar ahí? ¡Si hasta los trabajadores juegan a todo lo que venden!

(Concentrados jugando a los Turbo Twister en Hamleys)

Una vez que hemos salido de ese universo paralelo y recorridas las dos calles principales hemos acabado en... ¿Dónde creéis? Exacto, en un Starbucks. Estábamos nerviosos, íbamos a recibir el mensaje con la información para las entrevistas en cualquier momento. Al final los hemos recibido al salir y esto nos ha traído nuevas aventuras...

(Paloma haciendo cola en Primark para probarse la ropa)

Paloma es la que más ha sufrido esta vez: un indio (también 'deluxe', no uno cualquiera) para el que se ha tenido que comprar el uniforme tipo de camarera. ¿Dónde? En el Primark de Oxford St. Juré que no iba a volver a ese infierno, pero lo he hecho. Me arrepiento. Ropa, ropa ropa; gente, gente, gente... ¡y qué colas para entrar en los probadores! Al final hemos salido de ese hormiguero gigante y nos hemos montado en el metro, comenzando así un día en el que hemos visitado casi todas las líneas, creo yo. El restaurante no estaba mal y puede que le llamen para hacer un 'training' en una fiesta privada mañana. Mientras le entrevistaban, Amaia y yo le esperábamos en un Pret-A-Manger cerca. Cuando Paloma ha vuelto se ha cambiado, hemos comido y nos hemos ido. Tales eran las prisas que Paloma se ha dejado los "maravillosos" (y nada tiernos) zapatos que se había comprado para la entrevista. ¡Cosas que pasan! Al ir a la estación hemos vuelto a protagonizar lo que ya se puede considerar como una actitud 'typical tafallesa' en Londres: cruzar la calle corriendo, darnos cuenta de que vienen varios coches y echarnos a reír mientras corremos. Nueva estampa para la colección.

La siguiente: Amaia. Esta chica no sé cómo lo hace, pero me está empezando a caer un poco mal. Parece que no se ha conformado con el sitio del otro día ya que le han mandado al lugar más "fashion&cool" de la ciudad. Imaginar el momento en el que encontramos la calle a la que le han mandado y sólo vemos: Gucci, Louis Vuitton, Versace, Miu Miu... ¡¿Qué está pasando?! El restaurante al que le mandaban estaba en la planta de abajo de una tienda. Muy bonito todo, de "mírame-pero-no-me-toques". Y aunque no estaban buscando a nadie, le han dicho que igual le llamaban para la semana siguiente. Algunos vienen con la suerte de serie.

(La tienda de enfrente al restaurante de Amaia)

Y el último (por segundo día consecutivo): yo. También por el centro de la ciudad, digo, a casi veinte paradas de metro. ¿Es mucho pedir ponerme una entrevista en el centro? Después de un largo viaje en metro a una parada que pensábamos que podía ser la de un barrio sin industrializar siquiera, llegamos a uno de los barrios que más nos han gustado. Típico barrio inglés, con sus tiendas inglesas y sus cervecerías y pubs ingleses. Sin mucha influencia de tiendas de otros países y con un ambiente muy bueno. ¡No me lo podía creer! ¡Mi entrevista iba a estar bien! Además, el bar tenía muy buena pinta. ¡Qué emoción! Sin embargo, poco ha durado. Después de pedirme que por favor les pronunciara mi nombre, me han dicho que no buscaban a nadie y que si en algún momento necesitaban, que me llamarían. ¡Mi gozo en un pozo! No es oro todo lo que reluce. Sin embargo, me marchaba contento.

Una hora hasta casa y los pies apenas me respondían. Ha sido un día largo y mejor aprovechado que el día anterior. Me he hecho la cena y después de treinta minutos cociendo los macarrones me he dado por vencido y me los he comido un poco duros. ¡Ya entiendo por qué eran tan baratos! Ahora a descansar que empieza el fin de semana y ya tenemos algunos planes entre manos, si Paloma se mejora, que andaba un poco pocha. Para empezar, nuestro objetivo de mañana es Nothing Hill y el mercado de Portobello. Veremos qué nuevas anécdotas nos depara nuestro primer sábado londinense.


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