"¡Somos muy positivos!"

Nos lo hemos repetido una y otra vez durante el día de hoy: "¡Somos muy positivos!". Y es verdad. Hoy empezábamos la "Operación CV", pero la jornada ha estado marcada por la vergüenza que nos daba entrar en muchos sitios y los nervios de las primeras entrevistas. Unos con más suerte que otros, pero es el primer día y lo más importante es no desanimarse: ¡nos queda mucho por delante!

("Don't hurry, be happy" marca el día de hoy: 'no tengas prisa, sé feliz')

El día prometía, de verdad que sí. Hoy comenzaba lo que aventuro a afirmar que será nuestra rutina en las próximas semanas: patear Londres en busca de un trabajo (digno y alejado de cualquier tipo de explotación, claro está). La mañana no empezaba mal: Amaia ha hecho su primera entrevista en una cafetería al lado del Ritz, de estas inglesas que tienen cuidado hasta el último detalle. Típica en la que me encantaría trabajar (confieso que si no le llaman tal vez me plantee dejar mi currículum y que "la suerte me acompañe").

(Con Harrods al fondo)

La siguiente era Paloma. Lugar: al lado de Harrods. Ambas recibieron mensaje ayer avisándoles de la hora y lugar de la entrevista. Yo he tenido que esperar, cargado de nervios, hasta las 13:12 de la tarde para saber cuál iba a ser mi estreno. El lugar donde ha hecho la entrevista no era, ni por asomo, tan atractivo como el de Amaia. Era un restaurante pakistaní 'deluxe' (el kebab salía a casi veinte libras ya que, por lo que cuentan las malas lenguas, las pepitas no eran de sésamo sino de oro). Nos hemos reído un poco Amaia y yo mientras Paloma estaba siendo interrogada por un hombre de facciones redondeadas, de color chocolate y con cara de explotador (menudas historias nos hemos montado en menos de cinco minutos). Después de comentarnos su aventura, hemos decidido recorrernos la zona y nos hemos paseado por Harrods.

CURIOSIDAD 1: Me han hecho llevar la mochila en la mano para que no tirase nada si la llevaba en la espalda.

CURIOSIDAD 2: EL gazpacho Alvalle valía cinco libras y media. Parece que las pepitas eran del mismo huerto que las del kebab.

El barrio muy bonito, pero pijo un rato. Hemos sopesado pros y contras de trabajar allí y hemos decidido que es mejor intentarlo en zonas más 'campechanas'. Esta decisión la hemos acompañado de una visita al Starbucks, claro. Nos hemos ido al centro a probar suerte y en la mayoría de los sitios nos pedían que hiciésemos la solicitud por Internet. Eso sí, cuando entraba Paloma parecía que el mundo se paraba e incluso le han hecho entrevista. ¿Los demás somos menos que ella acaso? ¡Todo cambiará, estoy seguro!

("Love is..." Who knows? - Me estoy empachando de S.Valentín)

Y al final llegó mi mensaje: tenía que ir a una agencia que contrata gente para trabajar en hoteles. Coge el metro, vete hasta la otra punta de Londres y busca sin descanso un sitio que nadie, repito nadie sabía dónde estaba. Después de una llamada a la agencia, y de puro milagro, hemos encontrado la calle. Estaba detrás de otra calle, metiéndote por un callejón con una verja y pasando por debajo de un arco. Y ahí estaba, un edificio victoriano de principios de siglo XX, con adornos de madera y unas pequeñas gárgolas divertidas que asomaban por el tejado. ¡Ojalá! Mi entrevista no tenía ni la mitad de glamour que las de mis compañeras y el lugar no se acercaba ni por asomo. He subido, me han dado un formulario para que rellenara en casa porque iban a cerrar y me he ido. El formulario está arriba, 'marcado', junto a mi CV, un libro muy útil que me dejó Maitane y algunas cosas más. Vaya, que no ha sido un éxito mi primer contacto con el mundo laboral. ¡Pero "somos muy positivos"!

(Escenarios que estaban utilizando para grabar un videoclip. No le conocíamos)

Nos hemos ido a Westminster a ver si por ahí había más suerte, pero no hemos encontrado muchos sitios donde echar el currículum. Eso sí, fotos con el Big Ben, el Parlamento o el London Eye sí que nos hemos hecho. Había que aprovechar el viaje. Además, llevamos cuatro días, no es que nos lo estemos tomando con calma, pero tampoco hay que empezar 'a saco', y menos el primer día, en el que los nervios se apoderaban de nosotros en cuestión de minutos, por lo menos en mi caso. Mañana ya nos hemos planteado un nuevo objetivo: Oxford St. y Regent St. Dos de las grande calles de tiendas de Londres. ¡No vamos a dejar pasar ni una! ¡Ni una, he dicho!

CURIOSIDAD 3: Veo 'Keep left' allá por donde voy para agilizar el tránsito de personas, excepto en las escaleras de metro, que más te vale ponerte a la derecha que si no te arrollan.

Al volver a casa he recibido un mensaje con una foto de mi grupo de catequesis. Ilusión es poca la que me ha hecho. Espero que se comporten en mi ausencia y aprovecho para decirles que también les hecho de menos. He quedado con Sarai para echar una coca cola en el que, hasta ahora, será nuestro sustituto al Carlos' Pub. Sí, señores, nosotros también sabemos cómo montárnoslo. Después de una hora y media hablando de nuestras cosas, de actualizarnos y de soñar con futuros inciertos, nos hemos ido a casa (nevando a muerte, con lo que le gusta a Sarai) y aquí estoy: luchando con mis párpados paras que no se cierren antes de acabar y esperando a que se cargue el iPod, ya que me he planteado empezar el día un poco más animado al ritmo de One Direction o The Script. Veremos qué nos depara el futuro, pero lo que sí está claro es que la actitud es buena y la positividad no falta. ¡Buenas noches!

(Con Sarai en la salida de nuestro Carlos' Pub particular)