Un helado se asoma a lo lejos...

Ayer hizo calor. Calor de verdad. Típico día en el que comes al aire libre incluso sin chaqueta. Pero no sólo salió el Sol para calentar un poco el ambiente. También me salió a mí para ver un poco más cerca un trabajo con el que poder subsistir. Espero que el Sol no sea tan fuerte porque ya se sabe que con el calor los helados se derriten.

(Mis dos nuevos libros 'marcados' con Mr. Funny)

El Sol se veía ya a través de la ventana. Increíble. ¿Las nubes se habían ido de Londres? No me lo podía creer. Pero sí, comenzaba un nuevo día con Lorenzo saludando desde lo alto.

Pero ya el día comenzó raro. En mi cuarto habían dormido tres personas: Simone, otra persona que no estaba ya y yo. ¿Hola? ¿Cuándo entró a dormir? Antesdeayer se fueron al centro a ver un partido y por lo que se ve se fueron cuatro y volvieron cinco. ¡Y ni me enteré! Después, Simone me contó que era Olivier, el chico francés que había estado viviendo en mi habitación antes que yo. Le habían robado la bolsa donde llevaba todo: móvil, dni, llaves... Y claro, había perdido la llave de su casa y su habitación. ¿Cómo no pude enterarme de su llegada?

En fin. Me levanté y me fui al centro. Me había llamado Paloma emocionada después de une entrevista en Caffe Concerto (le están mareando como a una perdiz). Nos pusimos a andar sin destino fijo, aunque queríamos ir a ver una torre que veíamos a lo lejos. Por el camino pasamos por un parque lleno de patos, cisnes y ardillas. Muy chulo la verdad. Apetecía pasear un poco por una zona verde. Hasta ahora no había hecho mucho calor.

 (El parque desde el que se ve el Palacio de Buckingham)

La torre era la del Parlamento, la que está al lado del Big Ben, para que me entendáis. Estuvimos muy cerca, sacándonos fotos de día (hasta ahora habían sido de noche) y dimos una vuelta alrededor. Paloma me dijo que le gustaría verlo por dentro y decidimos entrar. Total, era gratis.

 

(Con el Big Ben de fondo, esta vez, de día)

(Todo el edificio de Houses of the Parliament) 

Menudas medidas de seguridad, mayores que en los aeropuertos si cabe. Incluso nos daban una identificación con nuestra foto para entrar. Sí, un pasada. La verdad es que estábamos pasándonoslo muy bien. Lo que iba a ser un día más, un día normal, al final fue el día en el que visitamos la cámara de los comunes inglesa. Además, ahí estaban, debatiendo sobre asuntos sociales y pensiones. No era muy divertido, pero no nos esperábamos la gran fiesta. Era la curiosidad la que nos hizo entrar. Ahora ya podemos decir que hemos estado ahí.

 (La entrada al Parlamento y una de las vidrieras del Hall por el que se entra)

El edificio por dentro es impresionante, muy bien cuidado es impresiona cómo está todo construido al detalle. Muy chulas las cristaleras y vidrieras que hay por todas las salas, los techos con terminaciones doradas o las estatuas y frescos que hay por las paredes. No se podía sacar fotos una vez dentro, así que si os ha gustado la descripción, más os vale visitarlo.

 

 (El Hall de entrada al Parlamento

A la hora de comer decidimos hacerlo sentados en un banco o un césped. Nos cogimos comida de una tienda y nos la comimos en frente del London Eye, disfrutando del día. Durante la comida se nos unió Amaia. Además, recibí al esperada llamada de Gelato Mio. ¡Me han cogido para la prueba! Estoy super contento. Aunque estaba contento con el resultado de la entrevista, pensaba que había uno o dos candidatos por encima de mí. ¡Qué bien! El sábado a las tres en la tienda de St. Johns Wood. Me alegró el día.

 

 (Yo con una estatua de Rodin y Amaia con el London Eye al fondo)

La agencia de trabajo, por su parte, no me enviaron mensaje. Les llamé para saber qué pasaba y es que no habían entendido bien mi email y pensaban que hoy tenían un trial. Vaya. Una oportunidad menos para conseguir trabajo. Pero bueno. Acompañamos a Paloma a un libanés (el mismo de Amaia la semana pasada) para que dejara el CV y después nos fuimos al centro, al Soho, a que Amaia dejara su Cv en una pastelería. Al final, ¿sabéis dónde acabamos? Pues no, en un Café Costa. Hasta las seis o así, que nos fuimos a casa. A veces pienso que somos cortos o algo. Siempre nos vamos en hora punto y el metro está a reventar. En fin.

(Por favor, dicidme que veíais los Mumins cuando erais pequeños...)

Llegué a casa y todo el mundo se estaba arreglando y pregunté por qué. Me dijeron que se iban a un Fish&Chips en Holborn y me uní a ellos (Audrey, Julie, Fanny y Felix, Simone no podía ayer). No había estado aún en un Fish&Chips aquí en Londres, ¡y mira que son famosos! Fuimos a uno que fue impresionante. ¡Qué platazos! Esos platos son como para dos personas por lo menos. Nadie pudo acabarse su plato. Eso sí, los calamares estaban muy muy buenos.

(Como podéis ver, los platos eran muy grandes y estaban buenísimos)

Después de cenar nos fuimos a un bar a tomar algo, "The George". Y ahí estuvimos, hablando sobre los acentos de la gente según su nacionalidad (me volvieron a decir que los españoles hablamos con la nariz). Sobre las once de la noche nos volvimos a casa, que ya era hora, que hoy había que aprovechar para echar algún CV. Aunque tengo la prueba, no hay nada seguro. No puedo cerrar puertas ni tirar cohetes todavía. El lunes o domingo me dirán cómo ha ido y qué pasará conmigo. Hasta entonces, continúo con mi rutina de Operación CV a las puertas de un nuevo fin de semana. Triste. Me hubiera gustado estar en España para irme de convivencias con todos los monitores del Mojito, pero, como dice mi madre, "no se puede estar bandeando y en la procesión". Otro año será. Espero que los que van lo disfruten y se lo pasen muy bien con todo lo que se ha preparado (yo mismo he preparado cosas desde aquí, ¡espero que las disfruten!). ¡Buen fin de semana!