23/2/12

Una de cal y otra de arena

Dos días. Dos entrevistas. Una sin más. Y otra bastante bien. No me quejo. Tampoco me alegro. Es lo que toca. Espero las llamadas de las dos mientras sigo en la búsqueda de trabajo y me repongo del final de The Hunger Games.

(Beers&Coke del nuevo Carlos Pub 'marcados')

Por fin habían llegado los dos días en los que iba a tener entrevistas. La primera en Zara, en el imperio Amancio Ortega, en pleno centro de Londres. La segunda en Gelato Mio, una cadena de helados italiana con varias tiendas por toda la ciudad. ¿Cuál pintaba mejor? No lo sé, pero nervioso estaba un rato y no sabía qué iba a pasar.

MARTES
Me desperté pronto para mirar información sobre el grupo Inditex. Había leído que hacían preguntas sobre la compañía así que memoricé algunos datos. Además, me miré las tendencias para este verano y cosas sobre moda (ponía que eran posibles preguntas). Iban bien preparado. No perfecto, pero bien. Si vais a ir de compras para esta temporada, el blanco y los colores pastel son la elección perfecta para sumar a vuestro armario.

Pero como siempre pasa (o ME pasa), los astros se alinearon un poco en mi contra. Todo iba bien hasta que llegué a la estación de metro. Un restraso de 15 mins. Mi pierna se inquietaba. Ya no llegaba. ¡Qué vergüenza entrar tarde a una entrevista! Bueno ya llegó el metro y parecía que me iba a dar tiempo hasta que se paró en la dichosa estación Bank (sí Sarai, yo también la odio). Ahí estuvimos más de 5 mins. No es broma, cuando tienes prisa son interminables. Notaba como las dos piernas se aceleraban. Al final el metro se movió. Decidí bajarme en Oxford Circus en vez de en Holborn para cambiarme a la PIcadilly Line porque iba a perder más tiempo, aunque la estación luego estuviera más cerca. Fallo. ¡Cómo no! La estación de Oxford Circus estaba cerrada (luego me enteré de que alguien había saltado a la vía). No estaba nervioso. ¡Qué va! (Nótese toda la ironía del mundo). Al final me bajé en Bond St. y corrí, literal, hasta el lugar de la entrevista. Llegué a las 12:58. Sudando. Pero llegué.

 
 (Oficina central de Zara en Regent St.)

Entré en la habitación donde estaban haciendo las entrevistas y para mi sorpresa se trataba únicamente de rellenar un formulario. Un formulario con tus datos principales. ¡¿Qué?! ¿Tanto para eso? ¿Tantas formalidades sólo para rellenar una application form? Busqué la cámara oculta. Sí que tenía que estar esta vez. Vaya, que lo rellené y nos dijeron que ya nos llamarán (no me han llamado, pero a una compañera de casa de Sarai sí, así que pierdo la esperanza).

Salí un poco decepcionado de la entrevista y me fui a andar un poco por la ciudad. No sé a donde iba ni qué hacer, pero no pensaba meterme en casa. Me encanta andar por Londres sin saber a dónde ir. Viendo cada casa, edificio, parque. Te encuentras cosas muy curiosas, como una nariz en una fachada (no es broma). Además, encuentras sitios muy chulos en los que echar el CV así que tampoco fue una tarde desaprovechada del todo.

 
(Nariz en una pared y mini centro comercial cerca de Picadilly) 

Deicidí recorrerme todo Oxford St. andando para ver si encontraba alguna tienda en la que poder echar el CV. Y mi sorpresa llegó cuando pasé por una mini calle perpendicular a Oxford St. Era una calle muy pequeña con varios sitios muy chulos: pastelerías, heladerías o cadenas de restauración tipo Pret-A-Manger. Eché mi CV en algunos en los que estaban buscando trabajo así que contento. Además, en Marble Arch, al final de Oxford St., tengo que añadir que viví una de las situaciones más incómodas desde que llegué a Londres. Me pedí una coca cola en un Pret-A-Manger y la chica que me cobró me preguntó de dónde era. La de al lado me dijo que me preguntaba porque le había gustado. Muchos de los camareros riéndose y yo avergonzado perdido. Típico momento en el que necesitas salir cuanto antes de un sitio de la vergüenza que estás pasando. La verdad es que debería haberme aprovechado y haberle dado el CV, era la Chef. Pero en esos momentos no me salía otra cosa que "sonríe, asiente y vete".

 
(Calle perpendicular a Oxford St.)

Y hoy tocaba coca cola con la Sarai. Pero esta vez no fuimos los dos solos. Vinieron Bea y María, dos de las compañeras de casa de Sarai. Con Bea coincidí en Zara y con María estuve el sábado por la noche. Estuvimos muy a gusto durante una hora y media. Al final nos despedimos y me fui a casa. Se terminaba uno de los días más esperados. Decepcionante, un poco. Desilusionado. Ya no esperaba que me fuera bien en la heladería...

MIÉRCOLES
Tocaba Nothing Hill. Para esta entrevista no me preparé nada. No creía que me fueran a pregunta nada raro. Además, después de lo de Zara me imaginaba rellenando un formulario y yéndome a casa. Pero no. No fue así.

(Típica calle de Nothing Hill con casas de colores)

Llegué un poco pronto (como una hora antes, no me la jugué como el día anterior), me fui a dar una vuelta por Nothing Hill. Bueno, mentira, me fui directo a una pastelería que vi el sábado en la que no pude entrar porque: a. había mucha gente; b. nos acabábamos de comer un gofre enorme y empalagoso. Esta vez iba con el estómago vacío, dispuesto a comprarme algo. Y cayó un cupcake de chocolate con buttercream de chocolate. Muy bueno. El buttercream tal vez un poco empalagoso, pero muy muy bueno. Pero un fallo. ¿A quién se le ocurre comerse algo con chocolate antes de una entrevista? Yo que iba todo pitiminí, ¿se me habría quedado rastro en los dientes? Crisis. Ya me imaginaba haciendo la entrevista con un trozo de chocolate incrustado en las palas. ¿Dónde está Mirian en estos momentos? Me miré en el retrovisor de un coche y todo bien.

 
(Pastelería y el cupcake de chocolate que me comí)

Y llegó la hora de la entrevista. No estaba solo, estábamos como trece. Me imaginaba que nos irían llamando uno a uno pero no fue así. Duró una hora y media, así que imaginar lo que fue... Nos sentamos en unos sofás todos juntos, nos tuvimos que presentar y después la chica nos hizo las primeras preguntas: si fueras un sabor de helado, ¿cuál serías?; cuéntanos algo sobre ti que no aparezca en tu currículum; ¿qué cualidades son necesarias para trabajar en un sitio así? Joe con las preguntitas. Me quedo con la del sabor de helado, aunque no me la hizo a mí (uno de los chavales dijo de Stracciatella, yo creo que también hubiera dicho ese). Después de esa ronda de preguntas nos dividieron en dos grupos y nos dieron una hoja con quince objetos. Nos teníamos que imaginar que nuestro barco se había hundido, estábamos en medio del océano Pacífico perdidos y sólo podíamos tener siete de esos objetos. Perdona, creo que me he confundido: yo venía a una heladería, no a Salvamento Marítimo. Pues nada. Nos pusimos a discutir que si petróleo para allí, que si chocolate para allá, que si brújula o no brújula... al final tuvimos que decidirnos rápidamente porque se acababa el tiempo. Y no lo hicimos del todo bien. Y llegó la tercera parte. Nos iban a llamar uno a uno y nos decían si quedarnos a la entrevista personal... ¡Me quedaba a la entrevista personal! Al final, nos quedamos sólo cuatro, ya lo veía más accesible.

(Gelato Mio, sitio donde tuve la entrevista ayer) 

La entrevista fue bien. Me preguntaron cosas sobre mí, sobre mi experiencia, mi sabor favorito de helado, el que menos me gustaba, qué sabía de helados... Me hicieron vender un posa menús. No sabía por dónde salir y al final lo hice bastante bien me dijeron. Me preguntaron qué rasgo sobre mí era del que se tenían que acordar mañana y con todo mi morro les dije que de mi sonrisa y mi sentido del humor. Tenía que jugar mi última baza como fuera. Me dijeron que mañana (hoy) nos llamarían a todos para decirnos. Bueno, era mejor que lo de Zara sin duda. Así que me fui contento al centro.

Bueno, no tan contento. Se me estaba acabando el libro The Hunger Games. ¡No! Me estaba gustando tanto... Decidí entrar en HMV a comprarme los dos siguientes tomos. No podía estar un día sin leer. Me bajé al piso de abajo y me puse a buscarlos. Había mucha gente gritando arriba. ¿Qué estaba pasando? Menudos gritos, de esos de quinceañeras locas empedernidas al ver a su artista favorito. Decidí subir y lo entendí todo: Victoria Justice. Una no muy conocida cantante por mí, pero que empieza a sonar en los círculos teen de muchos países... Vaya, que no la conoce nadie (yo he tenido que mirar en Internet a ver quién era).

(Aquí está la chica esta en la firma de discos, creo)

Al final me compré los dos libros en Waterstone porque en HMV no estaban. Estaba cansado de estar todo el día por ahí por lo que me fui a casa.
Cené y me dispuse a acabar el primer libro. Cómo me ha gustado. La verdad es que estos libros de adolescentes más un poco de ciencia ficción me gustan mucho. Pero lo que realmente me gusta y me da miedo a la vez es que podamos llegar al punto de ver por televisión un programa así, en el que un grupo de adolescentes se tienen que matar entre ellos hasta que sólo quede uno. ¿Llegaremos a ese punto? Yo ya no pongo la mano en el fuego por nada ni nadie. Con esta reflexión os dejo. Veremos qué me depara el día de hoy. Espero buenas noticias, que os las haré saber cuanto antes. ¡Hasta mañana!

(Esta es Lilly, prometí que os la iba a presentar... Sé que tiene cara de mala leche)


4 comentarios:

  1. Alaaaaaaaaaaaaaaa menudos dias nooo???? la verdad es que no pierdes ni un minuuuutoooo!!!! me meo con lo de la camarera, chico Iñ, vuelve a ese sitio!!! ya que no encuentras trabajo, por lo menos....jajaja, es broma (o no?)
    Lo de la heladeria pinta bien, no?? haber si tienes suerte!!!!

    Tu fan number one

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  2. P.D: no pienso entrar a tu casa con esa fiera dentro...

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  3. Aaaaaaiii qe gata mas maja! Es muy guay a pesar de la cara de bruja qe tiene! Jaja. Alguna noticia de la heladeria? Por Zara ni pregunto...
    Angela

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  4. Bueno,oye, ni tan mal, no??por cierto, menuda pedazo de entrevista para una heladeria, no?? viva la psicologia para poner un helado!!!!! esperamos noticias de la heladeria.....
    k majika la gata, no??
    sabes algo del cambio de casa????
    un besazo
    Tu fan number two- Raquel

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