10/3/12

Imagina imaginando

Tres días más en los que me ha pasado de todo: nueva entrevista, desalojo por bomba, llegada de nuevo compañero, anuncio de nuevos compañeros... Tres días 'marcados' con un marcapáginas de la canción de John Lennon Imagine. Raquel Gutiérrez me propone un juego para ver las cosas de manera más positiva... y parece que ha salido bien.

(Gafas de cristales rojos imaginarios 'marcados')

Raquel Gutiérrez para conseguir que me subiera el ánimo me animó a ponerme una gafas imaginarias de cristales rojos para verlo todo de forma más positiva. Al día siguiente me tocó ponerme las grises, para no ver nunca nada ni muy blanco ni muy negro. Aún las llevo y espero que pronto me toque cambiar a las de otro color. Más que nada que si el día está nublado, todavía más lo veo yo... ¡Gracias Raquel!

MIÉRCOLES
El miércoles comencé el día yendo a Barbican, uno de los barrios por los que había pasado muy por encima una vez que me mandaron a una entrevista. Sin embargo, se me quedó la espinita clavado y decidí volver. Al primer sitio que fui fue a SOS para ver si habían encontrado gente y, muy a mi pesar, lo habían hecho. Una pena, el restaurante es tan guay. Me di una vuelta por los alrededores a ver si encontraba algo pero no hubo mucha suerte. Entonces decidí ir al centro cultural Barbican.

(Tunel-mercado del barrio Barbican)
 La verdad es que el barrio es como muy gris. Todos los edificios son del mismo color: marrón agrisado tono fábrica abandonada, para que me entendáis, vaya. Hay varias torres altas (todas iguales) y un gran complejo lleno de pisos. Esto en España no me hubiera sorprendido o chocado tanto, pero en Londres no es tan normal encontrarte una zona así. Además, digamos que el día (lluvioso, qué raro) no ayudaba.

(Una de las torres de Barbican)

Sin embargo, luego entendí todo. Todo este complejo oscuro forma parte de un todo que es el centro cultural Barbican. Está como camuflado entre pisos y casas, como si no quisieran que rompiera con todo lo de alrededor. De hecho, es difícil saber por fuera qué parte es del centro cultural y qué son pisos (hombre si hay ropa tendida no hay duda). El centro cultural me pareció una pasada. No sabría bien cómo definirlo, la verdad, pero es impresionante. Yo creo que a mi amiga Ángela le hubiera encantado. 

 
("Patio interior" de Barbican)

Pero lo más bonito de todo es el "patio interior", lo que no se ve desde fuera: un canal, con una cascada y fuentes, bancos... Parece una urbanización, con sus parques y sus jardines, con sus jardineros... y el centro cultural es un edificio más dentro del complejo. El edificio por dentro es una pasada, además. Aunque hay escaleras, a casi todas las plantas se puede subir por cuestas, permitiendo así el acceso a minusválidos. Es un edificio moderno, con exposiciones de arte moderno, actuaciones de música, danza, teatro (actúa Cate Blanchett en abril)...

 
(Exposición de un japonés que ha puesto todo lo que había en casa de su madre para conmemorar el día de la madre y una escultura que te encuentras subiendo unos pisos)

Una vez que pasé por la cafertería y vi que no buscaban gente, decidí salir por el lado contrario al que entré para ir a otra estación de metro, Moorgate, y así aprovechar y echar CVs por ahí. Pasando por un puente por encima del canal fue imposible resistirme a sacar fotos desde allí. La verdad es que Barbican me ha encantado. Espero volver (en abril a ver a Cate a ser posible).



Una vez en Moorgate me paseé por muchas tiendas y eché el Cv en varias. Andando andando llegué a Bank y de ahí decidí irme a Queensway, para echar el CV en el Odeon The Lounge, el restaurante dentro del cine. Intenté además colarlo en el cine, pero me dijeron que se hacía por internet (ya lo había probado, pero no iba bien la dirección de correo. Timadores). Una vez agotadas las posibilidades de esta zona me volví a casa. Tenía que hacer la lavadora y limpiar un poco todo antes de que llegase mi nuevo compañero (llegaba el jueves). Así que así acabó mi día... ¡Ah! Y viendo Anatomía de Grey (cómo me gusta).

JUEVES
Era el día. Volvería a tener compañero nuevo. Español. Se llama Jesús. Eso era lo único que sabía Grace. Mi vida como español solitario se acababa. ¡Ouch! De todas formas siempre quedarán Simone, Grace, Julie, Audrey y Bryan para practicar, ¿no?

Esa mañana estuvimos hablando un rato Grace, Simone y yo sobre las diferencias entre las culturas inglesa, italiana, española y polaca. La verdad es que aunque no estamos muy lejos, las tradiciones en muchos aspectos son muy muy diferentes. Algunas veces me acercaba más a los polacos que a los italianos... sí, por mucho que resulte raro.

Entonces llegó el momento de irse. Tocaba Nothing Hill. Me di cuenta de que había estado más de una vez pero nunca echando CVs. Así que cogí el metro y me dispuse a ir hasta Nothing Hill Gate, libro en mano, obviamente. Digamos que la tercera parte de Los Juegos del Hambre no me está enganchando tanto. Será cuestión de tiempo, seguro. En Nothing Hill no tuve mucha suerte. Sí que entregué mi Cv en dos tiendas de zapatos en las que buscaban gente, en alguna me dijeron que no buscaban a nadie y en otra, una gofrería, me dijeron que el día anterior habían contratado a alguien. ¡Ouch, ouch y mil veces ouch!
(Librería donde estaba la librería de la película Nothing Hill)

La búsqueda continuaba en el barrio. Están de obras y era muy incómodo ir pasando de un lado al otro de la calle para entrar en las diferentes tiendas. Además, como Londres es pequeño, me encontré con Amaia y su madre, que ha venido una semana a verle. ¡Casualidades de la vida, oye! Estuvimos hablando de hacer un plan para el sábado. A ver si no se queda en simples palabras... Las tiendas en Nothing Hill tienen su encanto: te puedes encontrar desde una tetera colgando hasta todo un mundo sacado del cuento de Alicia en el país de las maravillas.

 
 (Tiendas de Nothing Hill)

Después de Nothing Hill decidí irme a Enbankment para ir subiendo hasta Trafalgar Square. La verdad es que no había muchos sitios a los que echar, pero eché en todos los que pude, obviamente. La verdad es que la estación está muy bien, al lado del río Támesis y con un jardín en frente en el que te puedes encontrar mesas para jugar a ping pong. Sí, así, como que no quiere la cosa, en medio de Londres.

(Túnel de Enbankment y una de las mesas de ping pong del parque)

Y entonces llegó el momento: voy andando por Trafalgar Sq., ya que quería cruzarlo para ir al teatro del Fantasma de la Ópera, y va y aparece la policía y empieza a desalojar la plaza. Y cuando digo la plaza me refiero a TODA la plaza. Estamos hablando de Trafalgar Square, una plaza enorme en el centro de Londres. Parece ser que había un paquete sospechoso y querían prevenir cualquier cosa. Consiguieron echarnos a todos en menos de diez minutos. Además precintaron toda la plaza y cortaron el tráfico de las calles cercanas. Al final todo estuvo controlado.



Yo saqué fotos, obviamente. Saco de todo para enseñároslo como para no sacar a este momento. Y la subí a Twitter. Bueno, pues me escribieron varias personas a ver si podían usar mi foto en un artículo de sus medios. Claro que sí, no iba a rechazarlo. A las horas encontré mi foto en el diario británico Mirror (Artículo). Si es que Ane va a tener razón, no me he recuperado de la vena periodística. Yo tengo muy claro que hice bien al cambiarme...


Al final la bomba la controlaron y como ya no tenía emoción, me fui. No, en realidad me aburría de estar viendo nada y me fui a echar en algunos teatros que me faltaban de la zona, especialmente en el del Fantasma de la Ópera. También fui al de Mamma Mía! pero me dijeron que tenía que enviarlo por correo así que me tendré que comprar un sobre grande para ello. Y de ahí ya me fui a casa.

Hice la compra en Asda. Tocaba compra sana: verdura, fruta, pescado, algo de carne y galletas (digestivas de chocolate, de las que le gustan a Ane). Cuando llegué a casa todavía no había llegado Jesús, pero al poco rato se fue Grace y me dijo que iba a la estación de metro a por él. Revisé la habitación y estaba todo en orden. Bien. Es muy majo, la verdad. Digamos que no somos muy parecidos en cuanto a gustos varios, pero nos llevaremos bien. Además, Grace había quedado con un chico para enseñarle la casa ya que Julie y Audrey se van en dos semanas. Y, ¿a que no sabéis qué? Se llamaba Txema y sí, es español. Por lo cual, en dos semanas la que era una comunidad francesa se va a convertir en una comunidad española. ¡NO! ¡Catarsis! ¡Quiero aprender inglés! En fin, que Txema es muy majo y viene a vivir con su novia, que está en España ahora mismo. Así que bueno, habrá que acostumbrarse al cambio y aprovechar para hablar inglés con Simone, Grace y Bryan. Se va reduciendo el número de efectivos con los que hablar inglés...

VIERNES
Grace me pidió ayuda con la traducción de unos textos para un nuevo proyecto que tiene. Ella tenía una agencia como la mía, con la que he venido, pero por problemas con su socia ha decidido empezar una nueva. Felix y Simone vinieron con la agencia de Grace y les fue muy bien, están muy contentos así que cuando esté montada ya os diré la dirección a aquellos que queráis venir a Londres. La mía es una auténtica basura así que no os la recomiendo a nadie, la verdad.

Cuando acabamos de traducir, que nos costó un rato ya que vino Txema a firmar el contrato, me preparé para irme. Decidí, por una vez, comer en casa antes de irme. Además, BUENAS NOTICIAS, me llamaron desde una empresa de comida japonesa saludable para hacer una entrevista el lunes. La empresa se llama Itsu y aunque he leído que es muy difícil entrar, algo es algo. Parece que las gafas dan buena suerte. Es de los fundadores de Pret-A-Manger así que seguro que está muy bien (además, Bryan me ha dicho que se cobra muy bien).

 
(Han abierto un Sainsbury's cerca de mi casa y una de las casas de Temple)

Me fui a la parada de metro Temple porque no he estado por ahí, pero no encontré nada. Pero nada de nada. Es la orilla del río y no hay ninguna tienda, sólo casas y más casas. Eso sí, unas casas que te cagas. Desde ahí se veía el London Eye y el Palacio de Westminster. Las vistas eran chulas, pero el cielo... ¡GRIS!

(Como veis, el día no acompaña en absoluto)

Me subí a la calle paralela y estuve buscando por ahí. La verdad es que no encontré nada, para que engañar. Eso sí, pasé por al lado de la Casa de Australia. Para muchos no os sonará de nada, pero si os digo que el interior es el Banco Gringotts. Ahora sí, ¿verdad? Desafortunadamente, no se puede entrar, pero estuve mirando por una ventana y aunque no era la sala donde se grabó la película, el look era similar, con esas grandes lámparas llenas de cristales. Encontré además el teatro de Midnight Tango y entré a probar suerte. Uno más. También eché en el de Rock of Ages.

 
(Casa de Australia y el teatro de Midnight Tango)

Me fui acercando a zona peligros: Covent Garden. Al final acabo siempre ahí, no sé cómo lo hago. Pero evité entrar y pasar cerca y así es como encontré una de las tiendas que más esperaba encontrar en Londres: Primrose Bakery. Una de las tiendas de cupcakes más famosas. Entré, obviamente, y me compré un cupcake de limón. Aquí son más baratos que en otras tiendas, lo que se agradece. Lo que o entiendo es por qué a los ingleses les gusta que la buttercream sea tan dura. A mí me gusta más cremosa, como la hago yo. Puede ser por el azúcar que echan, icing sugar, así que tendré que probar algún día...

 
(Primrose Bakery y el cupcake de limón)

Seguí andando por ahí, pasé por la Ópera Real (esto de traducir los nombres se me hace muy raro). Es donde tuvieron lugar los BAFTA. Seguí callejeando un poco más.

 
(Royal Opera House de Londres)

Y entonces apareció una de las tiendas más freaks que he visto hasta ahora. Y como a veces soy un poco freak (sí, tengo que admitirlo), decidí entrar. La verdad es que era el reino freak: libros, estatuas, llaveros, imanes, juegos, lego... todo tipo de productos (excepto marcapáginas) de superhéroes, Star Wars, dibujos manga, series de televisión... y Harry Potter. Todo un estante lleno de artículos de las películas: todas las varitas, bufandas, giratiempos, gafas, pins, relojes, objetos de la película... muy freak todo, pero me encanta. Además, en la sección libros encontré un libro enorme de cómo se han adaptado las películas a la pantalla y otro más fino de cómo se ha adaptado Los Juegos del Hambre. Sí, eché un ojo a los dos. De Harry Potter tengo uno en casa muy muy guay con muchas curiosidades, objetos, descripciones, entrevistas al equipo... que me compré en Fnac en verano.

(La tienda y el estante de Harry Potter)

(Los libros de los que os he hablado)

Decidí alejarme de ese universo y seguí callejeando un poco por la zona. Oí a una española que les decía a sus amigos que les iba a enseñar uno de los sitios más guays de Londres. Yo les seguí, disimuladamente, porque quería verlo. Hombre, el más guay no sé si era, pero curioso era un rato. Era una especie de plaza escondida entre otros edificios que parecía que la había pintado un ciego: rosa, naranja, amarillo, azul, verde... vaya de todos los colores, pero ese era su encanto. Había un espejo que se movía muy gracioso (excepto cuando parecías un boliche) y unos bares bastante curiosos también.

 
(La plaza de la que os he hablado, en medio del gris Londres)

Y al final acabé en Oxford Street. Me la recorrí entera porque no me apetecía volverme a casa a las cinco de la tarde y acabé metiéndome en la tienda de Disney. No sé por qué, pero parece que está de moda irse a los Parques de Disney: Uxue Ibáñez se va este fin de semana a Orlando a DisneyWorld a un hotel de lujo; Leire Arbona está en EuroDisney en París; y David Gutiérrez se va la semana que viene. Además, Ángela estuvo en la tienda de Disney de Nueva York. Bueno, pues me tendré que conformar con la que hay en Oxford Street que es muy chula y tienen de todo (excepto marcapáginas). Cómo me gustan estas tiendas en las que la música es la de Mary Poppins y los trabajadores juegan con los niños a pintar dibujos de Aladdín y Ariel. ¡Yo también quiero! (Sí, he intentado echar el CV más de una vez, pero no hay plazas). Así que una vez que salí de aquí, me fui a casa, que tenía la espalda rota.

Tocó maratón de series: empecé The Walking Dead, seguí con Smash y acabé con Revenge. Se me quedó uno de Alcatraz, que lo veré ahora, en cuanto acabe este gigapost que me ha tocado escribir. La verdad es que muchos días me da pereza actualizar y por eso me tengo que comer tres días en un post enorme. Hoy es sábado, espero que Amaia cumpla su palabra y que Jorge y Oiana quieran salir. Ya os lo contaré en la próxima entrada. ¡Hasta la próxima!


3 comentarios:

  1. Joooooeeeee, desde luego si recopilan tooooodos los curriculum que has echado por london te dan el premio al mas insistenteeeeeee!!! eso es!! no te desanimes iñiiii!!! seguramente que te llegara trabajo enseguida...peor es la sas que no tiene casa...jajaja

    Itziar

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  2. Asi me gusta iñaki....que a decir verdad me tienes un poco enganchado a estas entradas,es como viajar a londres desde casa.Un Españoles por el mundo pero en letra!!jajaj.

    Pos nada mucho animo con el tema del curro y claramente quiero hacerte una peticion,se k los demas estaran en contra pero espero que el tour que nos prepares por Londres hagamos una parada en el universo Disney!!!jajaj

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  3. Hola!!
    despues del rojo vino el gris, despues el verde, y mañana nuevo cambio de cristales!!!jeje
    mucha suerte mañana y pasado, estamos en contacto!!
    un besazo

    Raquel

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