27/3/12

Primeras cartas de casa

¡He recibido las primeras cartas desde Navarra! ¡Qué ilusión! Una de ellas contenía la tarjeta sanitaria europea (sé que no es gran cosa) con post its de mi madre y mi hermano; y la otra una carta de Goizeder y un marcapáginas (que uso para esta entrada) con el Padre Nuestro en varios idiomas. ¡Qué ilusión! Además, me ha llegado la tarjeta del banco. Sí, ya soy un verdadero ciudadano inglés.

(Todo el correo 'marcado' con el marcapáginas de Goizeder)

JUEVES
Los día se me hacen super cortos ahora que trabajo en itsu. Pero bueno. Por la mañana me dedico a dormir (yo durmiendo hasta las 10 de la mañana es algo inédito), ver series o alguna película (God bless IsoHunt&uTorrent). El jueves vi Abajo el amor, de Renée Zellweger y Ewan McGregor. Me gusta mucho esa película y mira que es chorrona.

Y en el trabajo mejor que los primeros días. Se me hacía difícil controlar las veinticinco mil cosas que hay que controlar a la vez, pero bueno, se hace lo que se puede. Con Rado (de Radovan, ya me enteré, ya que es de Eslovaquia) muy bien, la verdad. Me ha estado enseñando cómo funciona todo y muy muy contento. Nos lo pasamos muy bien aunque curramos como mulas (lo que me espera el lunes cuando empiece sólo).

Al salir del trabajo me fui a Holborn andando para coger mi línea, la Central Line e ir directo a casa. Por el camino, un policía nos corta el paso de cebra. Empiezan a pasar motos iluminadas y coches así oficiales y en uno de esos coches veo a una ancianita vestida e azul con el pelo blanquísimo... ¡La reina! No estaba seguro pero las mujericas histéricas de al lado me lo confirmaron. Un mes y tres semanas he tardado en verla... ¡no está mal! Y así acabó mi jueves, cansado y con vistas reales.

VIERNES
El fin de semana se acercaba (¡yupi!), aunque no tenía ningún plan a la vista. Esa mañana estuve hablando con Paloma. Me pidió un favor: acompañarle a la fiesta de cumpleaños de un amigo suyo al que no veía desde hace ocho años. Y yo, como buen amigo, acepté. Así que ya tenía plan para después de trabajar... así, oliendo a pescado y salsas concentradas me iba a ir a un cumpleaños de un chico que no conozco y que encima se codea con gente muy chic.

En el trabajo bien, acabé albardando a Rado con mogollón de preguntas, ya que era mi último día con él (se va a cubrir mi puesto en la tienda de Victoria mientras acaban de entrenarme en Strand). Y poco a poco se fueron pasando las, nada más y nada menos, diez horas y media de curro que tenía el viernes.

A la salida había quedado con Paloma en la estación e Covent Garden y de ahí nos fuimos a Old Street al restaurante del cumpleaños. Paloma me animaba diciendo que al menos había una chica española más, una amiga de Iñaki (el del cumpleaños). Cuando llegamos allí me presentó a Iñaki y, por casualidades de la vida, la amiga española era María Prieto, una amiga mía de la uni. Ahí estuvimos, actualizándonos bajo las lámparas modernas de ese restaurante tan glamuroso al que me habían llevado después de pasarme el día entre fogones. Pero lo peor estaba por venir. Se nos fue el metro y ya no pasaban más a esa hora así que había que buscar un bus para Paloma, pero no fue tarea fácil y acabó cogiendo un taxi. Yo, en Liverpool St. tengo bus directo a casa, así que bien. Y así acabó mi viernes, largo como él sólo pero contento de haber coincidido con María.

SÁBADO
Con las ganas que tenía de dormir y hacer el vago, me tuve que ir hasta Stamford Bridge otra vez a probar suerte con las entradas de mis amigos. Quedamos Jorge y yo en aparecer sobre la una y cuarto allá y al final no llegamos ninguno de los dos puntuales. Yo salí a las 11.45 de casa. La verdad es que es una pasada de largo el viaje y encima en Nothing Hill no pasó el metro que tenía que coger hasta pasados treinta minutos. En fin, que llegué el primero porque Jorge también tuvo percances con la línea verde, que es la que lleva hasta el estadio. Llegamos allí y las ventanillas estaban cerradas. Como siempre, busqué la cámara oculta, tenía que estar en algún lado, la sentía fijando su atención en mí.

(Estación de Nothing Hill esperando a la línea verde... ¡La odio!)

Como hacía buen día nos fuimos a Nothing Hill a pasar la mañana, ya que al ser sábado estaba el mercadillo de Portobello. Nos recorrimos la calle entera, no sabíamos donde comer y al final acabamos en un Subway con los bocadillos más guarros del mundo mundial. Acabamos de ver Portobello y nos fuimos a Stratford a ver los estadios olímpicos.

(Bocadillo Guarro de Subway)

Cuando llegamos allí nos dimos cuenta de que estaban cerrados al público todavía, incluso para verlos de cerca. Están acabando las obras y la pavimentación así que no se podía pasar. Estuvimos viendo, desde lejos, el estadio principal y el de los deportes acuáticos, creo, además de la villa olímpica. Desde mi casa se ven el velódromo y otro que no sé para qué será. Nos metimos en Westfield y dimos una vuelta (incluyendo unas partidas al Soul Calibur en HMV). Además, Jorge se animó a comprarse un libro en inglés y, después de media hora, se compró los Juegos del Hambre (no tuve casi nada que ver...). Nos despedimos y me fui a casa. Simone me dijo que quería ir al cine a ver Los Juegos del Hambre y, sin pensármelo dos veces, me fui directo a verla con él.

(Estadio en Stratford y la torre de las Telecomunicaciones)

La verdad es que la película está muy bien, la han adaptado muy muy bien. Se han inventado escenas pero están bien inventadas. El libro está escrito desde el punto de vista de Katniss, la protagonista, y sólo leemos lo que le pasa a ella. En la película han ido más allá y han incluido escenas en las que ella no está. Me gustó mucho.

Así acabó el sábado. Cuando llegué a casa me había escrito Carlos Monreal, un amigo de la uni, para ir el domingo a pasar el día a Greenwich. Así que ya tenía plan para el domingo y no iba a poder hacer el vago, que tanto me apetecía...

DOMINGO
Habíamos quedado Ana Pérez, Carlos y yo a las 11.30 en la estación de Westminster. ¿Quién llegó tarde? Todos. ¿Quién llegó el primero? Iñaki a las 11.40. ¿Quién llegó el último? Carlos a las 12:20.  No es broma. Es el que más tiempo lleva y todavía no se ha empapado de la puntualidad inglesa. ¡Qué valor!

(El Big Ben desde el barco)

(El Puente de la Torre desde abajo)

Cuando ya nos juntamos los tres nos fuimos al embarcadero a coger un barco que nos llevase hasta Greenwich. El barco estaba muy bien, se montó mucha gente y nuestro mayor problema fue que Ana decidió sentarse justo en uno de los bancos al lado de los megáfonos. Conclusión, todo el viaje con el oído derecho escuchando a muerte el sonido del comentarista del barco que nos iba contando qué veíamos a cada lado del Támesis. Pesado. Imaginar un viaje de sesenta minutos así. Al final te haces y no es más que un susurro... bueno, no.

(Ana, Carlos y yo. El inglés no sabía que el puente debía salir entero)

(El London Eye y el Puente de la Torre)

El paseo está muy bien, se lo recomiendo a todo el mundo. Yo lo había hecho al revés y de noche cuando estuve con los alternativos hace dos años. Es diferente y el barco, creo yo, iba más rápido que este. Al final acabamos en Greenwich y nos fuimos al observatorio que está en una pequeña colina. Había muchísima gente en los jardines, muchísima. Hacía un día muy bueno y la verdad es que se notaba en el ambiente.

(Jardines de Greenwich con todo Londres detrás)

Después nos pasamos a ver la línea del meridiano que tantas ganas tenía Ana de ver, aunque se llevó una gran decepción al ver que era una línea en el suelo, más o menos. Lo más chulo y curioso es el reloj que hay de veinticuatro horas (no de doce como estamos acostumbrados).

(Reloj de veinticuatro horas en Greenwich)

Después nos bajamos en busca de un sitio para comer porque, como veis, ya eran las dos de la tarde. Acabamos en un bar típico inglés comiendo unos paninis de salmón y mascarpone que estaban "que te pedes" (como diría Diego). La verdad es que no sé si era el hambre que teníamos o que estaban muy muy buenos. Eso sí, el servicio no era muy bueno, nos tuvieron esperando casi media hora y no vinieron de nuevo para confirmar lo que habíamos pedido. En fin...

Y después de eso nos fuimos a una cafetería a tomar un café/chocolate. Una cafetería muy curiosa, por cierto. Podías comprar cosas hechas de yeso y pintarlas mientras te tomabas el café. La verdad es que había gente super concentrada y emocionada con sus esculturas. Nosotros no cogimos nada, nos dedicamos a mirar cómo otros desarrollaban su vena artística o cómo lo intentaban al menos.

 
(Cafetería donde puedes pintar vasijas mientras te tomas una bebida caliente)

Y de ahí nos fuimos a casa. Yo tenía que hacer varias lavadoras y ya me estaba agobiando. También estuve viendo la película de Un puente hacia Terabithia y, de nuevo, volví a llorar. ¿Por qué te plantean una película de aventuras fantásticas y al final es un dramón? Esta vez, por lo menos, sabía a lo que me enfrentaba. La próxima que me apetece ver es Hairspray, ya la tengo descargada. En el trabajo, mientras limpio las máquinas suelo cantar las canciones con Sole, una chica italiana muy maja. En fin, os dejo, que me voy a preparar para ir a trabajar. En la próxima entrada prometo nueva entrega de "itsu things"... ahora me voy a preparar para ir a itsu. ¡Hasta la próxima!

4 comentarios:

  1. Te fuiste a una fiesta oliendo a pescadilloooo??????!!!! jajajaja, pensando "total, nadie me conoce" y mira!jaja. Que recuerdos el paseo en barcooo!! aunque si, creo que por nuestros pelos en las fotos la velocidad del nuestro era por lo menos el doble!!! (o esque hacia mas frio)
    Ya puedes ir cogiendo recetas para hacernos cuando vuelvas eee!

    Itziar

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  2. ¡¡Has visto a la Reina!! OMG!! ¡¡Ahora toca a por Camila!! Pero recuerda: ¡¡Camila es un perroooo!!
    Ooooh bocadillos del Subway!! No me acordaba que existían, gracias por traerlos a mi memoria. Los recuerdo de Malmö de algún día que tuve que ir porque no había otra cosa cerca de la Högskola (Universidad) y que me acabaron gustando y todo!
    Por cierto, te gusta vivir al lado de velódromos, ¿no?
    Ah, pásame tu dirección porfa!
    Un abrazo

    María

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  3. Como me encanto greenwich,despues de empeñarme en ir a verlo, no iba a ser menos. Te acordaste de nuestro video (julito) bajando por la cuesta del reloj,jajajaja.
    k grande...

    Diego.

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  4. Maria, a Camila la vimos la otra veeeeeeeez!!!!!! Bueno, solo Iñi y yo, que nadie nos creia....

    Itziar

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